domingo, 12 de junio de 2011

Día de tiro al plato con la familia y amigos


Cogiendo la rapidez y los reflejos para la próxima temporada:
     





                                        Yo y adri antes de empezar:
                                             Yo tirando con la repetidora :

                                               Yo:
                                 
                                                         Yo tirando:

                                                     
                                               Yo y abuelo después de una par de series.

domingo, 5 de junio de 2011

Se hacen álbunes digitales como el de la otra entrada preguntarme quién esté interesado.Un saludo a todos.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Mi primer álbum digital exclusivamente a la caza:

Cómo os prometí en la otra entrada , os voy a enseñar mi primer álbum de fotografía digital dedicado sólo a la caza acompañados de unas jornadas de caza con:   Manuel Rod Fotografía un gran fotógrafo como ya lo veréis a continuación:

            LA PORTADA:la primera mitad de la foto es la portada trasera y la otra es la primera.




   EL DESAYUNO Y LA PREPARACIÓN:




    EMPLENA FAENA:



 YA ALGO CANSADOS:




    LOS PRIMEROS LANCES:




  
LOS MEJORES RECUERDOS DE LA MEDIA VEDA Y VEDA GENERAL:




    
UN SALUDO A TODOS Y SI TENÉIS ALGO QUE PREGUNTARLE AL FOTÓGRAFO YA NO SOLO DE CAZA SINO DE FOTOS DE BODAS ,BAUTIZOS , COMUNIONES. SU FACEBOOK:  Manuel Rod Fotografía  
SU PÁGINA : http://www.fotografiastudio04.com

lunes, 2 de mayo de 2011

Esta semana os voy a enseñar un álbum fotográfico digital de caza que me ha hecho un fotógrafo Manuel Rod Fotografía en algunas jornadas de caza que me a acompañado haciendome fotos , es un gran fotógrafo no solo en jornadas de caza si no en bodas , comuniones , bautizos ....Si alguién quiere preguntarle algo os voy a dar su página web para que veáis algunos de sus trabajos. ES UNA GRAN PERSONA Y UN GRAN FOTÓGRAFO.


http://www.fotografiastudio04.com

CARTUCHOS.

Aquí os dejo un catálogo de cartuchos con su información cada uno:



CARTUCHOS RIO-100 ( Top Game )

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CARTUCHOS RIO-100 ( Top Game )

Linea básica de cartuchos de RIO.
En 36gr. adecuado para para todo tipo de caza.
Con los mejores componentes del mercado,para alcanzar el máximo rendimiento
Piston "G" para iniciar la polvora CSB adecuadamente.
Taco contenedor que transmite la energia de los gases a los perdigones que les dota de una elevada velocidad a largas distancias.
Con suave retroceso que permite segundos tiros con precisión.
Presiones moderadas y confortables.
Ideal para tiros a largas distancias.

CARTUCHOS F-36 Super Caza.

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Cartuchos F-36 Super caza -36

El cartucho de alta gama de la serie F
Fabricado con componentes de gran calidad.
Resultados inmejorables.
Ideal para tiro a largas distancias y caza en llano.
Suave y con un regular plomeo en densidad y distribución.
Polvora progresiva-moderada de doble base de primera calidad para un alto rendimiento
Vaina culote T-4 de 22 mm. Cal 12/70


CARTUCHOS G.B.-4 ( Plus-4 )

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CARTUCHOS G.B.-4 ( Plus-4 )

Linea alta gama de cartuchos de G.B.
En 36gr. adecuado para para todo tipo o modalidad de caza.
Especialmente adecuado para tiros a larga distancia.
Con los mejores componentes del mercado,para alcanzar el máximo rendimiento
La linea de alta gama G.B. se comportan con una extraordinaria regularidad y fiabilidad en cualquier circunstancia de caza o condición climatica
Excelente comportamiento,presentación e imagen.
Culote T-4 de 25 mm .Cal 12/70


CARTUCHOS ARMUSA PLA-3

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CARTUCHOS ARMUSA PLA-3

Uno de los cartuchos más conocidos y usados de Armusa.
Un clásico que con sus 36gr. es adecuado para cualquier modalidad de caza.
Ideal para tiro a largas distancias y caza en llano.
Con los mejores componentes del mercado,para alcanzar el máximo rendimiento
Vaina tipo T-4 de 25 mm.Cal 12/70


CARTUCHOS SAGA HIGH SPEED

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CARTUCHOS SAGA HIGH SPEED

El cartucho más rapido y potente de Saga,con un excelente plomeo de alta densidad.
Muy efectivo para caza en llano y areas lacustres.Disponible en perdigones del 4 al 7.
Muy apreciado para la caza de la perdiz.
Cargado con los mejores componentes disponibles en el mercado.


CARTUCHOS ELEY ALPHAMAX

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CARTUCHOS ELEY ALPHAMAX

Genuino y sofisticado cartucho britanico de caza.
Cartucho que cubre cualquier exigencia del cazador para conseguir optimos disparos.
Excelente cartucho para tiros a largas distancias.
Vaina tipo T-4 de 22 mm. Cal 12/70.
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CARTUCHOS ROYAL-36

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CARTUCHOS ROYAL-36

Linea de alta gama de RIO.
La máxima expresión de refinamiento y calidad.
Tienen vaina de 25 mm de culote y tubo de plastico metalizado.
Con polvora CSB de combustión eficiente sin residuos y con velocidades elevadas y presiones moderadas.
Plomeos compactos de alta dendidad.Ideal para toros a larga distancia.

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CARTUCHOS SUPER HALCON

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CARTUCHOS SUPER HALCON

El cartucho más rapido y potente del Trust.
Con un excelente plomeo de alta densidad.
Muy efectivo para caza en llano y tiro a larga distancia .
Cargado con los mejores componentes disponibles en el mercado.
Con un regular plomeo en densidad y distribución
Vaina culote T-4 de 22 mm. Cal 12/70


CARTUCHOS J-G TIPO-4

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CARTUCHOS J-G TIPO-4

Un cartucho con grandes prestaciones.Gama alta de J.G.
Máximo exponente de potencia.
Con los mejores componentes posibles.
Polvora A1 36,que le hacen indicado para tiros a larga distancia.
Vaina Tipo T-4 de 25 mm. Cal 12/70.


CARTUCHOS FAM PL-3 BERETTA

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CARTUCHOS FAM PL-3 BERETTA

Fabricados por la prestigiosa empresa Baschieri & Pellagri,con las mejores polvoras,y recomendados por Beretta,los cartuchos Fam tienen unas prestaciones elevadas.
Presentan un diseño innovador sobre los clasicos FAM.
Vaina tipo T-4 de 22 mm. Calibre 12/70

Para ampliar la foto, pinchar en ella.
PARA VER EL PRECIO y las caracteristicas, pinchar en Más info.

CARTUCHOS LEGIA HIGH SPEED

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CARTUCHOS LEGIA HIGH SPEED


El cartucho más potente de Browning es el Légia Field High Speed rojo.
Ideal para tiros a largas distancias.
Fabricado con componentes de gran calidad.
Ideal para cualquier tipo de caza.
Con un regular plomeo en densidad y distribución
Vaina culote tipo T-4 de 20 mm. Cal 12/70

CARTUCHOS REMINGTON-36

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CARTUCHOS REMINGTON-36

Remington ShurShot Field Load
Indicado para cualquier tipo de caza.
Especialmente para disparos a larga distancia.
Fabricados con el sistema Gordon System,que permite reducir la presion desarrollada en el cartucho,y limita el efecto normal de retroceso,lo que confiere a los cartuchos mayor suavidad,a igualdad de prestaciones.
Vaina Tipo T-4 de 20 mm. Cal 12/70

Cómo aprovechar un posible doblete.


Cómo aprovechar un posible doblete
Un doblete no es una carambola, ni abatir dos piezas transcurridos unos minutos; el doblete es el lance fulgurante en el que, de pronto, se arranca o cruza una pieza y justo con ella, o inmediatamente seguida, aparece una nueva, pudiendo así tirar a ambas, con la posibilidad de abatirlas a las dos, algo nada sencillo, pero tampoco imposible.
Miguel F. Soler | 16/04/2008
Pocos dobletes se logran en cada temporada, pero los que materializamos, saben a gloria, se recuerdan años y años, y crean escuela, nos dan esa palmadita en la espalda que viene a significar aquello de «chaval, tú vales mucho...». Y no pensemos siempre en la perdiz a la hora de los dobletes: conejos, liebres, e incluso el vibrante lance de tirar una pieza de pelo y otra de pluma, nos pueden sorprender en cualquier loma o viña de nuestro coto.
El doblete es un lance de alcurnia cinegética que rara vez deja mal recuerdo en el cazador que lo efectúa con tiento y suerte
Para un buen número de aficionados, realizar un doblete es algo que no está al alcance de todos, pues allí donde la densidad de caza no es muy alta, las ocasiones de que dos piezas, o alguna más, salten juntas de forma que podamos tirar primero a una y pasar luego a una segunda, son casi inexistentes. Pero en las jornadas al salto y en mano en un buen número de acotados de nuestros campos, de vez en cuando se rodean las circunstancias para que de pronto salte el bandito de perdices a tiro, o entren dos conejos huyendo del acoso de los podencos, o también que mientras tiramos a la liebre, nos entre una torcaz justo por encima.
El doblete es un lance de alcurnia cinegética que rara vez deja mal recuerdo en el cazador que lo efectúa con tiento y suerte. No hablamos del doblete tirando desde puesto, pues está claro que si nos entran perdices agrupadas, las posibilidades de abatir dos o tres seguidas es habitual, al igual que ocurre con zorzales, palomas, o tórtolas.
De vez en cuando nos congratulamos ante el inesperado vuelo de dos codornices en el rastrojo veraniego, el perro puesto a escasos metros, logrando abatirlas: igual ocurre en alguna ocasión con las tórtolas o más tarde con palomas y zorzales, también con los patos. Tirando al paso o en ojeo la cosa cambia pues es mucho más frecuente poder tirar sobre piezas que entran juntas, pero cazando a guerra galana, o en mano, la cuestión es que tal vez este lance se nos presenta una o dos veces en la temporada, y no en todas... Lo fundamental, siempre, es saber elegir la mejor pieza para abatirla, recordemos que nunca se debe tirar sin verdadera intención de abatir a una pieza que podemos dejar herida por habernos desviado antes de tiempo, queriendo tirar también en buenas condiciones a la segunda.
Pocos cazadores quedan en activo de los que en su día, hace unas décadas, lograban de vez en cuando abatir tres, cuatro y hasta cinco perdices de un bando según se le levantaba, pudiendo tirar hasta cinco cartuchos pues no existía la limitación actual a tres cartuchos totales en el arma: estas son palabras mayores, de momento, vamos a centrarnos en aprovechar, de vez en cuando, un sabroso doblete.

Asegurar, al menos, una pieza

Esto es lo fundamental. Cuando salen varias perdices a tiro, a veces un bando o el chorreo de los pájaros descubiertos que se arrancan seguidos, lo fundamental es asegurar una pieza, y por ello, buscaremos la que mejores condiciones tenga para poderla abatir. Hablamos de distancia, ángulo, dirección y velocidad, todo eso hay que conjugarlo y juzgarlo en décimas de segundo para irnos con una. No llevemos en esos instantes la idea del doblete, pues por lo general, fallaremos las dos, o tres piezas, que tiremos. Resulta mucho más sencillo y hasta cierto punto relajado, tirar una, y según la vemos caer, irnos con otra que vuele en ángulo similar, o al menos en la misma dirección a ser posible.
Cuando salen varias perdices a tiro, lo fundamental es asegurar una pieza, y por ello, buscaremos la que mejores condiciones tenga para el disparo
En los comienzos, interesa que ante varias perdices que se arrancan, nos fajemos bien en una de ellas, la que valoremos como mejor, y nos olvidemos por un instante de las demás, pues si tiramos a una y estamos mirando de reojo las otras, fallaremos. Una perdiz, un disparo, seguimos encarados, buscamos a la más cercana a la abatida, tapamos o adelantamos, y nuevo disparo. ¿Qué ocurre cuando salen varias y al disparo cae la perdiz alicortada o sigue volando herida? Pues que debemos asegurarla, renunciando a tirar otra, pues corremos el riesgo de perder a la herida. En este caso lo ideal es doblar el disparo sobre ella e intentar abatirla bien, y si cazamos con semiautomática, entonces intentamos el lance con otra.
Lo que más nos puede alterar las posibilidades es querer amarrar la primera perdiz cuanto antes para buscar otro intento con una segunda perdiz. Hay muchos cazadores que tiran muy cerca de la primera perdiz y o la fallan o la destrozan: hay que dejar volar la caza, y llegado el caso, tirar primero a una que ya vuele a buena distancia, para esperar luego encarado y coger la referencia de la más cercana que saltó. Con la experiencia vamos ganando en pericia y criterio de selección ante un doblete: buscaremos las piezas que nos vuelen hacia nuestro mejor lado de tiro, buscaremos rápido a la que ya va distanciada para abatirla con cierta facilidad, y dejar a las más cercanas que se distancien mientras lo necesario.

Doblete de pelo y pluma

Resulta muy atractivo y es realmente espectacular, suponiendo una variación radical en décimas de segundo de la dinámica de tiro al necesitar realizar un swing para una pieza que corre y para otra que vuela, teniendo además generalmente la complicación de que cada pieza irá en una dirección diferente. ¿A cuál tiramos primero? Pues esto va a depender de varios factores, fundamentalmente de si cazamos en terreno con mata o en terreno más abierto, ya que tenemos un conejo y una perdiz, por ejemplo, en movimiento a la vez, el conejo se tapará en breve, mientras que a la perdiz, con un poco de suerte, podremos tirarla en segundo lugar con algunas opciones de éxito.
Con las liebres suele darse el doblete, incluso el triplete en algún caso, cuando están enceladas
Casi nunca se arrancan las dos piezas a la vez, ocurre que según corre el conejo pasa justo al lado de la perdiz y ésta levanta el vuelo, incluso nos ha ocurrido tirar el conejo, y justo donde deja de rodar, una vez abatido, sale pitando la del pico rojo... Lo fundamental es seguir centrados a la primera pieza (en realidad casi nunca sabemos que en breve arrancará otra), y si mientras la seguimos para tirar vemos cómo salta una perdiz, lo más recomendable es tirar rápido al conejo o a la liebre, para tomar entonces en firme la trayectoria de huida de la patirroja. No es raro tampoco que este tipo de doblete se realice al contrario, es decir, donde cae la perdiz se arranca un conejo, si bien este tipo de lance entra ya en el terreno de dos piezas abatidas consecutivamente, pero no han estado ambas en huida, por lo que para muchos aficionados, no será un doblete, sino una coincidencia.
Otros dobletes de pelo y pluma se hacen posible al cruzarnos una paloma mientras tiramos una liebre o un conejo, incluso una perdiz revolada cuando en mitad de la viña nuestro perro acaba de sacar a buena distancia una rabona, en este caso, tiraremos a la pieza que menos puede esperar (recordemos, hay que asegurar al menos una) por distancia y velocidad, siendo en el caso de la perdiz revolada la que debamos apuntar primero, pues cruzará en un instante y se irá fuera de tiro.

El doblete de pelo

Tal vez no es muy común tirar dos conejos cazando al salto y hacer posible el doblete, pero cuando el monte que cazamos tiene buena densidad de pelo, no es del todo extraño que de una aulaga nos salten dos conejetes, si bien lo más habitual es que arranquen a la distancia, por lo que habitualmente no se tratará de un doblete.
Cazando en postura con podencos andaluces sí hay bastantes ocasiones de tirar dos conejos que se mueven cerca, incluso tres, y eso por no contar los lances curiosísimos en los que gracias al batir del monte por parte de los podenquillos, nos entran en nuestro tiraderos tres o cuatro conejos a la vez. Aquí, sin duda, hay que tirar al que antes se tapará, pues con mucha cubierta de matas, el conejo raro es que se deje ver en los claros mucho más de lo que necesita para cruzar como un cohete; tirando tal y como hemos indicado, incluso llegan a quedar abatidos los conejos uno junto al otro, pues suelen tomar las mismas veredas.
Al tirar así, al segundo conejo casi nunca le hacemos un swing, por lo que conviene siempre intentar al menos no parar la escopeta, ya que corremos de adelante hacia atrás buscando al segundo conejo, por lo que frenarse y parar la punta de los cañones es algo común, que nos lleva al fallo sobre la segunda pieza.
Con las liebres suele darse el doblete, incluso el triplete en algún caso, cuando están enceladas; las liebres se ven cortejadas y rodeadas por varios machos, permaneciendo todo el grupo muy junto, de ahí que si en nuestra zona sabemos que ya están enceladas las liebres, ojo, pues de donde sacamos una sacaremos casi siempre la segunda.
Y suele pasar algo parecido como con los conejos, la segunda sale detrás de la primera, por la misma huida, de ahí que una vez abatida la primera simplemente debamos coger la referencia de la segunda de forma rápida, pues entrará en nuestra línea de tiro casi detrás de la primera liebre.
Miguel F. Soler

martes, 19 de abril de 2011

Las 10 claves para el adiestramiento del perro de caza

Las 10 claves del adiestramiento del perro de caza
Un perro sin adiestramiento es un animal conflictivo, difícil, que destroza la armonía tanto familiar como la cinegética. La ausencia de unos criterios educativos caninos claros, la permisividad, la falta de tiempo y el no encontrar unos esquemas positivos de pedagogía canina, llevan al cazador a rendirse ante la perspectiva de un adiestramiento poco coherente y nada atractivo. ¿Pero dónde están las claves del adiestramiento exitoso del perro de caza? Éstas son las diez indispensables.
Ricardo V. Corredera | 19/01/2011
  1-Motivación
El adiestramiento debe ser atractivo tanto para el perro como para el adiestrador. Exige un alto esfuerzo para ambos, por lo que el dueño o adiestrador debe saber cómo seducir al animal con actividades atractivas y pautas sanas y positivas que empujan al perro a la acción en la correcta dirección.
Motivar es despertar el deseo de aprender y de actuar. Hay que comenzar el edificio por los cimientos. que son la actitud de los dos (educador y educando) y su motivación por el trabajo.
El refuerzo positivo, el alcance cotidiano de pequeños logros, la dosificación de la exigencia en el entrenamiento, el entorno natural… son algunos agentes motivadores esenciales.
2- La socialización
Sin una habituación adecuada al entorno social humano donde el perro habrá de desenvolverse, no es posible aplicar educación alguna. La falta desocialización produce individuos inadaptados con trastornos temperamentales que derivan en conductas indeseadas tales como impulsividad, agresividad, fobias. inestabilidad emocional, excitabilidad, llamada continua de atención, etc. La mayor causa de estos comportamientos problemáticos se encuentra en el confinamiento en perreras.
Cuanto más integrado esté el cachorro (desde sus primeras etapas de desarrollo) en la sociedad humana y más convivencia, experiencias y complicidad adquiera con el amo, más preparado se encontrará para el adiestramiento. La socialización es, además, un vehículo para el desarrollo de la inteligencia del animal; lo contrario, el ostracismo, supone la atrofia mental.
3-El potencial
Jamás podremos construir un buen edificio sin unos materiales de calidad. al igual que un futbolista jamás pasará de tercera regional por mucho que entrene sin una genética de base que le otorgue un físico y una mente superdotados.
El adiestramiento debe sustentarse en el desarrollo de unas capacidades innatas presentes desde el nacimiento. Por supuesto que no existe el perro perfecto que reúna todas las cualidades existentes en su código genético, pero son indispensables tanto una carga instintiva pulsional (que mueva al perro hacia la caza, muestra, cobro, rastreo, búsqueda, etc.). como una estructura física adecuada.
El adiestrador deberá detectar cuáles son las virtudes y carencias innatas de cada ejemplar en aras de encauzar las primeras y potenciar las segundas.
4- Capacidad de análisis
En los primeros pasos de la educación debemos hacer un rastreo psicológico del individuo. Es decir, definir un perfil temperamental individual, con el objeto de adecuar tanto el tipo de manejo como el nivel de presión y el enfoque del programa de trabajo a cada forma de ser particular. No hay dos perros iguales en cuanto al carácter, e incluso entre hermanos podemos encontrar grandes diferencias en cuanto a su sensibilidad general y específica, su nivel de dominancia y sumisión, su concentración, agresividad y demás tratos temperamentales.
El carácter último del perro adulto será el resultado de la suma de su temperamento innato y de las experiencias que reciba, y la conducta a su vez será la suma del carácter y del aprendizaje. Este último se alimenta de la actividad espontánea que el dueño debe favorecer y controlar y del adiestramiento específico aplicado.
5- Las tres etapas
La impaciencia por obtener resultados rápido nos lleva a la precipitación de los acontecimientos, de modo que tendemos a quemar etapas, lo que invariablemente nos lleva a dar un paso adelante y dos hacia atrás. El aprendizaje es un proceso motivación dinámico que debe programarse con coherencia, de modo que se sustente en tres etapas fundamentales: iniciación, desarrollo y refuerzo.
Estas fases del adiestramiento están bien diferenciadas, siendo básicamente en la iniciación donde tiene presencia el aprendizaje guiado. la familiarización con el campo y las tareas básicas y el entrenamiento prioritaria-mente positivo y motivador.
El desarrollo se caracteriza por el trabajo en ensayo y error, la distribución sistemática de premios y castigos y una mayor independencia en la toma de decisiones del can.
Por último, el refuerzo se basa en la interferencia activa, de modo que se añaden dificultades extras a cada tarea y se aumenta el grado de presión exigiendo el máximo nivel de ejecución.
6- El entrenamiento
El adiestramiento de pista o de campo intensivo deben ser sólo un soporte de la actividad cercana a las condiciones naturales en campo y en contacto con caza salvaje. «La perdiz roja es la mejor maestra del perro de muestra. así como la mejor aula de adiestramiento es el campo abierto». He entrecomillado esta frase para darle aire de sentencia (de ahí el esfuerzo de la rima), ya que suele este apartado ser el más olvidado, siendo el más importante.
La perdiz, casi por sí sola, aviva la pasión del perro. le enseña a tomar el aire correctamente, a batir con minuciosidad, a dosificar la marcha y mantener un ritmo sostenible, a alzar la nariz al viento y una vez en línea directa con ella, tras tocar la emanación, le irá diciendo la distancia crítica de muestra y cómo guiar con cautela y bloquearla. Todo eso no se aprende en un intensivo con gallináceas de cajón. ni lo enseña el amo. Se aprende lidiando constantemente con las potenciales presas y el dueño lo único que puede hacer es procurar al animal el máximo de experiencias y aplicar el control que facilita el adiestramiento para que la acción sea eficaz y útil a la escopeta.
7- La constancia
Las jornadas intensivas de entrenamiento seguidas de largos periodos ociosos no sirven de mucho. El adiestramiento debe fundamentarse en un trabajo reglado, cotidiano y dosificado, de modo que al mismo tiempo resulte sostenible y asimilable.
El trabajo constante a su vez desarrolla, a través del ritmo progresivo, la actitud positiva y la confianza del animal. que ve como las exigencias son recompensadas con los éxitos de lo aprendido. El trabajo con inflexiones e impulsivo genera una presión excesiva en el animal de forma puntual para pasar después largos días de pasividad cargándose de ansiedad y aburrimiento. Esto conlleva estrés y confusión en el animal, además de no progresar al no poder implementar con rutina lo ya aprendido.
 8-La paciencia
La paciencia no suele ser una de las virtudes del dueño. La paciencia además no se recibe como un don innato, ni llega espontáneamente. La paciencia la otorga la experiencia. Sólo quien se ha relacionado con un amplio número de ejemplares asumirá con naturalidad que las cosas llevan su tiempo, que hay que ser tolerantes con las capacidades cognitivas de un perro por su condición de animal, que la impaciencia es destructiva y sólo lleva a plantearse objetivos excesivos o inalcanzables a corto plazo y finalmente a la frustración. Y que la frustración es la razón del abuso sobre el animal y del castigo desmedido.
Debemos saber establecer metas y objetivos. Las primeras son muy generales y a largo plazo, los segundos son mensurables y concretos. Eso nos ayudará a mantener la paciencia. Así es clave mantener un estricto sentido de la justicia para ser equilibrados en la distribución de premios y castigos. Firmes a la hora de exigir una respuesta ya conocida por el perro, pero flexibles cuando hemos de tener en cuenta factores tales como el estado de maduración, las condiciones de trabajo, la salud del animal, la influencia de la raza…
 9- Los conocimientos
El adiestrador de hoy no puede limitarse a la intuición o al seguimiento de un método riguroso y mecánico aprendido de un maestro artesano.
El adiestramiento puede y debe estar avalado por unos conocimientos tanto teóricos como técnicos en los que se sustente cada acción de entrenamiento. Y el enfoque mismo del aprendizaje.
La etología, la psicología, la neurología, la pedagogía… son ciencias que ofrecen al adiestrador todo un mundo de respuestas a las incógnitas que cada día la conducta de nuestros canes nos plantea.
  10-
  Los recursos
Es indispensable contar con un material de adiestramiento completo y adecuado (correas, silbatos, collares, walkies, apports, dummies, collar electrónico, jaula lanzadora…), con unas instalaciones que garanticen el bienestar del animal, si no vive en el hogar, con un transporte adecuado, con unos terrenos idóneos de caza salvaje donde entrenar y con un lugar para el trabajo de pista. En el adiestramienta no podemos andar parcheando para que no encontremos continuas carencias y trabas en el camino.
Diez llaves para un tesoro: nuestro perro 10. ¡A disfrutar!




 Ricardo V. Corredera

Pelechos y preparativos.

Cuando los rigores del caluroso verano han quedado atrás, nuestros inseparables e irremplazables compañeros de esas, a veces inolvidables y a veces desesperantes, jornadas de caza, están a punto de terminar, o de hecho ya se ha producido, ese ineludible y puntual proceso del pelecho.
Paco Ruiz | 05/11/2009
Durante estos meses en los que las temperaturas alcanzan sus valores máximos tiene lugar el proceso del pelecho del que dependerá, en gran parte, el que nuestros compañeros se encuentren en perfectas condiciones para afrontar la nueva temporada de caza.
Debemos extremar ahora los cuidados del reclamo
Lo primero que debemos tener en cuenta es el lugar donde ubicaremos los terreros donde pasarán este periodo, siendo aconsejable que sea el mismo donde pasan el resto del año. Tomando las precauciones necesarias para evitar exposiciones prolongadas al sol, que les producirían la muerte por asfixia, son ideales los lugares donde les dan los primeros rayos de sol o bien los del atardecer, pero, repito, sin exposiciones prolongadas al astro rey.

Cuidados durante el pelecho

Para que el mencionado proceso obtenga el éxito deseado, debemos poner todo nuestro empeño en los cuidados, tanto higiénicos como alimenticios, para conseguir que, cuando les den las fiebres que les provocan el pelecho, se encuentren en las mejores condiciones físicas posibles. Sobre este tema, como en otros referentes al reclamo, existen tantas tendencias como jauleros. Por ello voy a exponer cuál es mi tendencia desde que soy jaulero —más de cuarenta años, los mejores bajo la tutela y batuta de mi tío y maestro, Sebastián Luque, q.e.p.d., natural de Almogía, Málaga—.

Hay que cambiar diariamente, si es posible, del agua, pues siempre les caerá la tierra de los terreros, lo que podría transmitirles alguna enfermedad infecciosa; si el lugar donde están es muy caluroso, se puede cambiar hasta dos veces por día. © Alejandro Jurado.
No debemos olvidar que el sitio donde se encuentran más cómodos los reclamos es en los terreros, por una simple cuestión de espacio, por lo que el pasarlos de la jaula al terrero debe ser en el momento en que termina la temporada de caza, aunque en principio lo hago sin tierra hasta entrado el mes de junio, que es cuando les pongo la tierra con una buena porción de ceniza que les servirá para su desparasitación externa. La tierra se la iremos cambiando cada quince o veinte días para evitar infecciones producidas al picar sus propios excrementos. Una o dos veces por semana les podremos dar un baño de agua con un pulverizador que les refrescará de las altas temperaturas propias de la época.

Alimentación

La tierra se la iremos cambiando cada quince días
Es crucial la alimentación y, en este sentido, tengo la costumbre de no cambiar a lo largo del año los alimentos que les suministro, que no son otros que un revuelto de trigo, veza, cañamones, garbanzos y maíz, con la única salvedad de pequeñas ayudas que variarán según la época en la que estemos, siendo durante el pelecho a base de productos que les refresquen —manzana verde, lechuga, pepino, etc.—. Esto lo haremos no más de dos veces por semana para evitar producirles desarreglos intestinales, que tan nefastas consecuencias traen. Imprescindible en esta época es vigilar las defecaciones, pues son el primer indicio para notar infecciones que puedan contraer y que, cuanto antes detectemos, más posibilidades tendremos de curar y salvar su vida. Es adecuado desinfectar los terreros con cualquier insecticida de los existentes en el mercado, y esto lo haremos cada dos cambios de tierra, salvo que observemos cualquier insecto o larva, en cuyo caso lo haremos inmediatamente que lo veamos. Igual de importante es observar una pérdida repentina de peso, ya que ésta suele sobrevenir por la presencia de algún tipo de piojillo, insecto o larva, tal y como hemos comentado.

Durante la época del pelecho debemos incrementar los cuidados de nuestros amigos los reclamos, ya que es la época en las que se suelen producir más bajas en nuestro jaulero, pues no olvidemos que las altas fiebres que sufren, unido a las altas temperaturas ambientales, les hacen más vulnerables a todo tipo de enfermedades. © Alejandro Jurado.
Durante este proceso, si se produce alguna muerte entre nuestros reclamos, debemos desinfectar todos los demás terreros, lavándolos con desinfectante y cambiándoles tierra, comida y agua, ya que la mayoría de estas enfermedades se suelen transmitir de unos a otros, no siendo la primera vez que una infección produce varias bajas en un mismo jaulero en un corto espacio de tiempo.

Vuelta a la jaula

En cuanto al momento de volver los reclamos a la jaula —desinfectada previamente—, soy partidario de hacerlo un mes antes de comenzar la temporada, en el caso de reclamos ya cazados —y, por tanto, habituados a la jaula—, y dos meses antes en el caso de los pollos nuevos, con el fin de que se hagan a su nuevo lugar de residencia, teniendo en cuenta que estos últimos no se suelen cazar hasta el final de temporada, lo que significa que dispondrán de casi tres meses de adecuación a su nuevo medio. Todo lo que sea adelantarlo a estas fechas producirá, en muchos casos, un encele prematuro que condicionará su estado óptimo cuando llegue la hora de salir al campo, ya que no debemos olvidar que la temporada se alarga durante 42 días, y en nuestras manos estará el poder cazarlos durante el mayor número de jornadas posibles, por descontado, en el mejor estado de celo posible.


En el momento de pasarlos al terrero, desparasitaremos internamente a los pájaros con cualquiera de los productos existentes para ello en el mercado. © ANCREPER.
La alimentación en esta época será la misma —revuelto de trigo, veza, maíz, garbanzo, cañamones— y serán los pequeños extras los que cambien con respecto a la época de pelecho: habas secas molidas del tamaño de un grano de trigo, garbanzo remojado y desmenuzado, habas verdes picadas, cerraja, berros, cebolla, hojas de rábano... Estos aditivos se le suministrarán combinándolos durante dos o tres veces por semana, dependiendo del grado de celo de cada reclamo, siendo las habas molidas las que más les aumenta y, por tanto, observaremos en qué estado de celo se encuentra cada uno de ellos para dosificárselos según necesidades. Al tener ponerles verde con frecuencia, en este tiempo el agua se la suelo poner dos o tres veces por semana los días que no les pongo verde.

Preparación al celo

Soy contrario a llevar más de un pájaro al puesto
Es llegado este momento de prepararlos para el celo cuando se producen las mayores controversias, pues son muchos los aficionados que intentan que sus pájaros se encuentren en un estado de celo óptimo para los primeros días de caza, para lo que suelen darles algún tipo de vitamina, lo que, unido a los piensos de celo y otro tipo de complementos alimenticios que les suministran, provocarán que mediada la temporada alcancen un exceso de celo —en el argot, pasados de celo—, que nos llevará a tener que prescindir de ellos en pleno apogeo de la temporada o, en el mejor de los casos, a tener que utilizar distintos medios para intentar rebajarles ese exceso de fogosidad. A los que no la hayáis hecho nunca así, os invito a que lo intentéis con uno de vuestros reclamos y ya veréis el resultado que os puede dar. Soy, igualmente, contrario a llevar más de un pájaro para un puesto, pues esto hace que en muchas ocasiones no se le dé más de media hora para hacer su trabajo.
Mi sistema para conseguir el encele de mis pájaros no es otro que dejar que lo hagan naturalmente a medida que vayan saliendo al campo, a sabiendas de que los primeros puestos no estarán en perfecto estado, pero con ello consigo que se vayan encelando a la par que lo hace el campo, y les puedo asegurar que las mejores faenas se producen cuando hay igualdad en este sentido con sus congéneres, las camperas, que, en definitiva, es la principal condición que se debe dar para disfrutar de esas faenas que hacen que esta afición nos cale cada vez más y con más fuerza.

El reclamo necesita que le demos el tiempo adecuado para que veamos qué es lo que tenemos en la jaula, y no olvidemos que en un puesto de una hora y media o dos horas se dan muchas y variadas circunstancias que serán las que, en definitiva, califiquen a nuestro pájaro. © José D. Gómez.
Con respecto a este último apartado, entiendo que los tiempos han cambiado y que, por distintos motivos, no todos disponemos del tiempo necesario para sacar las veces necesarias a nuestros reclamos al campo para darles el tiempo y los puestos que necesita un pájaro para alcanzar ese celo óptimo y demostrar sus cualidades. Esto, unido a que a veces nuestros jauleros están más poblados de lo necesario, hace que haya veces que pasen por nuestras manos figuras que pudieron serlo y que se nos fueron sin nosotros saberlo. Por esto me sigo empecinando en practicar esta caza siguiendo las enseñanzas que me fueron dadas desde pequeño y que intento plasmar en mi sucesor, y para conseguir esto es imprescindible que prime la calidad sobre la cantidad, la pureza sobre la ambición; esta es la filosofía de la caza de la perdiz con reclamo macho y no hay nada que la pueda cambiar.
Ha pasado casi un largo año desde que metimos a nuestros pájaros en los terreros; han pasado muchos días de cuidados, mimos, atención a cualquier anomalía que pudiera surgir... y es ahora cuando veremos el resultado de todo ello; ha llegado el momento de salir al campo y disfrutar; nuestros desvelos, un año más, habrán merecido la pena; por fin nos encontramos los dos solos; por fin volvemos a vivir esa complicidad que hace de nosotros gente especial, para muchos gente rara, pero especial al fin y al cabo .
Desde aquí hago un llamamiento a los viejos jauleros para que promulguen esta doctrina. Entre todos tenemos que conseguir que los que nos vienen detrás puedan disfrutar tal y como lo hemos hecho nosotros de esta sin par afición. De nosotros, única y exclusivamente, dependerá que la caza de la perdiz con reclamo no pierda ese embrujo, como bien dice nuestro amigo Manolo R., que la hace ser diferente a todas, ese sentir que hace que me merezca la pena ser jaulero.
Paco Ruiz, jaulero (Asociación Nacional de Cazadores de Perdiz con Reclamo, ANCREPER)

miércoles, 16 de marzo de 2011

Jornadas de caza 2010

Tras una jornada compartiendo la caza con 3 jóvenes cazadores. La jornada fue excelente y más viendo el trabajo de los perros

EL FUTURO DE LA CAZA DE LA PERDIZ CON RECLAMO

El futuro de la caza de la perdiz con reclamo
Esta milenaria modalidad de caza ha sido practicada de forma tradicional durante muchos años y dispone de un gran arraigo en aquellas comunidades donde está legalizada esta actividad cinegética.
Uno de sus aspectos negativos radica en el desconocimiento profundo que existe por parte de aquellos que no la practican, algunos de los cuales se atreven a exponer opiniones en su contra, sin haberse informado y documentado previamente sobre esta  forma de cazar.
Entre los argumentos esgrimidos por parte de algunos sectores, que no titubean a la hora de posicionarse en contra de ella, está en señalar el enorme daño que causa a la población perdicera,  debido a la cantidad de parejas que se eliminan cada año en los puestos del reclamo, lo que teóricamente repercute negativamente al año siguiente en la densidad poblacional de la perdiz.
Hay que recordar, a todos aquellos que piensan de esta forma, que esta modalidad de caza se caracteriza precisamente por el escaso número de perdices que se tiran en una temporada, y las que se abaten en otras modalidades de caza disponen de la  misma capacidad reproductora que aquellas otras cazadas en el puesto del reclamo.
La caza de la perdiz con reclamo ha estado sujeta a continuos vaivenes políticos, a persistentes rumores sobre su supresión, a disposiciones legislativas que no la han beneficiado y también a ataques sin sentido, que han intentando dinamitar esta apasionante modalidad de caza. Es decir, son muchas las ocasiones en las que se ha cuestionado siempre su futuro.
A pesar de ello, y tras múltiples intentos fallidos, se sigue practicando, pues es una modalidad legal que cuenta con excelentes aficionados que saben cuidar, ya no sólo a sus reclamos durante todo el año, sino además tratamos de mostrar un exquisito respeto por el medio ambiente,  practicando siempre una caza sostenible.
No se nos debe de olvidar que esta modalidad de caza nos puede servir como  poderosa herramienta de gestión, sobre todo en aquellas zonas cinegéticas donde el envejecimiento de la perdiz es más que evidente. Con este sistema legal de caza se eliminan parejas estériles y machos que ni crían…ni dejan criar, favoreciendo las nidadas de aquellas otras parejas más jóvenes, que aún disponen en su plenitud de toda su capacidad reproductora.
Otro de los motivos que se exponen, para volver a situar el futuro de esta modalidad en el escalón de la incertidumbre, proviene de la Carta de Emplazamiento emitida por la UE a España. Esta misiva envenenada cuestiona su legalidad, al poner en  fechas coincidentes la puesta de la perdiz y la que corresponde con la práctica del reclamo. Ciertamente, es un error de bulto tratar de exponer paralelismos de este tipo, máxime cuando es obvio que no existe tal coincidencia.
De nuevo, nos encontramos con otro ataque a esta modalidad de caza, totalmente injusto. Otra vez volvemos a estar en el ojo del huracán al cuestionarse su existencia, dando así vida a la posible prohibición que siempre encuentra disponible el legislador de turno.
Ante este nuevo atropello nos cabe decir que esta modalidad de caza, además de ser una caza selectiva, milenaria, que hunde sus raíces en la tradición, es una caza sostenible que respeta escrupulosamente los ciclos reproductivos de la perdiz. Disponemos de numerosos argumentos técnicos, de variadas razones científicas y de sobrados elementos probatorios para rebatir idea tan descabellada.
¿Qué futuro depara a esta modalidad de caza? ¿Qué futuro tenemos todos aquellos aficionados que vivimos ilusionados todo el año cuidando nuestros reclamos, esperando vivir, durante la siempre corta temporada cuquillera, algún lance importante?
El futuro pasa por salvar este nuevo obstáculo que se nos presenta en nuestro camino, el cual estoy seguro que superaremos. Acostumbrados a los continuos ataques que sufrimos, los aficionados a esta apasionante modalidad de caza trataremos de pasar página a este nuevo lamentable episodio de acoso y derribo a nuestra modalidad.
Somos un colectivo de cazadores que nos caracterizamos por una enorme paciencia, que es la principal cualidad de todo aquel aficionado que se tiene por buen cuquillero. Nuestra modalidad de caza dispone también de buenos cimientos y de una enorme fortaleza que nos ayudan a vencer todos los vientos huracanados que tratan de derribar nuestra ilusión permanente, así como nuestra enorme afición.
En fin, los aficionados al reclamo de perdiz esperamos tener un futuro donde podamos seguir disfrutando de esta apasionante modalidad de caza, la cual nos mantiene en celo permanente durante todo el año.

El autor: Manuel Romero Perea

miércoles, 26 de enero de 2011

Consejos prácticos para tirar a la perdiz al salto.

Gonzalo Gómez Escudero:

La caza de la perdiz en mano o al salto es, junto con la caza del conejo, una de las modalidades cinegéticas que cuenta con mayor número de practicantes en nuestro país. Por ello, nos centraremos este mes en cómo mejorar el tiro de la perdiz al salto, y recreamos en pleno monte y con una platillera distintas situaciones que imitan la trayectoria de la patirroja.
Gonzalo Gómez | 30/12/2010
La caza al salto es la más completa que existe dentro del mundo cinegético, más completa y más natural, ya que la lucha por abatir la pieza es puramente entre el cazador y la naturaleza. Aunque en este artículo vamos a tratar sobre cuál debe ser la técnica de tiro a emplear en esta disciplina, no dejaremos de resaltar que para cazar perdices en mano, no sólo hace falta ser un buen tirador, pues existen tres factores que juegan un papel decisivo para poder abatir a nuestras perdices.
Como todos sabéis, la perdiz. como buena gallinácea, está muy bien dotada para caminar o apeonar a gran velocidad, a lo que hay que sumar su enorme resistencia. Por ello, suelen ser muchos los kilómetros que tenemos que ir tras ellas hasta cansarlas y de esta forma provocar que cuando levanten su potente vuelo estén lo suficientemente cerca de nosotros como para que nuestro tiro alcance a tan preciado y anhelado animal.
Por la variedad de entornos a los que podernos ir tras las perdices. la velocidad de nuestro caminar estará condicionada por las características propias de cada uno de los terrenos, siendo mayor cuanto más llano y despejado sea el suelo. De todos es sabido que otra de las defensas de la perdiz, además de su ligero caminar y potente vuelo, es amagarse en el terreno para así burlar al cazador y a su perro. Por ello, cuando cacemos perdices durante un día de calor en monte cerrado y después de haberlas dado varios vuelos, caminar muy rápido provocará dejarnoscaza sin levantar. Para que esto no ocurra. cobra especial relevancia la segunda de las cualidades que debe poseer el cazador de perdices, como es saber de campo y conocer perfectamente las costumbres de las especies que intentamos abatir. Como se ha dicho en más de una ocasión, hay que ponerse en el lugar de las perdices y pensar como ellas para saber qué es lo que van a hacer y cómo van reaccionar, según las circunstancias en que las encontremos.
Por último, la tercera condición de un buen cazador es la de ser un buen tirador, para así aprovechar ese momento en que la perdiz levanta su vuelo ante nosotros, casi siempre sobrecogiéndonos con el sonido inconfundible de su potente aletear.
Es precisamente a este punto al que vamos a prestar especial atención en este articulo, analizando qué puntos técnicos en este tipo de tiro nos ayudarán a evitar fallos y por consiguiente obtener unas buenas perchas de perdices.
 
El tiro de la perdiz al salto técnicamente no es excesivamente complicado. Lo que ocurre es que hay una serie de condicionantes que lo dificultan. Por ejemplo, el hecho de que cuando llegamos al momento del disparo vamos con la lengua fuera, por el esfuerzo que supone caminar horas y horas a paso ligero detrás de las perdices.
Hay un tipo de vuelo de la perdiz. no muy habitual en la caza al salto, pero que el cazador de perdices que suele practicar esta modalidad le provoca un cierto temor, como es el tiro de pico. Sin embargo, técnicamente el tiro a las perdices que entran de frente es uno de los más sencillos, ya que con sólo apuntar a la perdiz por debajo de ella, es decir, a las patas, permaneciendo unos metros en esa posición para, a continuación, pegar un ligero tironcito y subir los cañones de la escopeta, tapando la perdiz con el punto de mira antes de apretar el gatillo. Esta acción será suficiente para poder abatirlas con gran facilidad.


Los tiros a perdices que vienen levantadas por otros compañeros y que cruzan por delante de nosotros son los que más debemos adelantar, ya que los disparos cruzados, es decir, los que su trayectoria llega a formar un ángulo de 90° son los que requieren un adelanto más generoso. A medida que este ángulo se vaya cerrando, iremos disminuyendo el adelanto.
Otra trayectoria muy común en la caza en mano y a veces derivada del fallo a la perdiz de pico, es aquella en la que la perdiz nos pasa volando por encima y la tenemos que disparar alejándose de cola a una altura media. Ante este tipo de lance, la principal precaución que tenemos que tener en cuenta antes de realizar el disparo es apuntando ligeramente por debajo de la perdiz, de tal forma que a la hora de apretar el gatillo tengamos situada la silueta de la perdiz sobre el punto de mira.Y en ningún caso taparla como se suele escuchar en algunas ocasiones en corrillos de cazadores.
Otra dificultad que surge en la caza al salto es que cuando las perdices ya van estando fogueadas, éstas cada día se resabian más y levantan su vuelo a mayores distancias, y la que levanta el vuelo más cerca siempre agudiza el ingenio para hacerlo detrás de una mata, un árbol, o tapada por una roca. Estas mayores distancias de tiro el cazador debe apreciarlas con claridad solucionando el problema realizando mayores adelantos. Todos sabéis que cuanto más distanciado esté el cazador de la pieza en el momento de realizar sus disparos más tendrá que adelantar sus tiros.
A pesar de que el vuelo de la perdiz se caracteriza por su gran potencia y alta aceleración, debemos contar con que cuando arranca su vuelo parte de cero, así que su velocidad inicial no es un factor a su favor, porque aunque parezca muy alta no lo es, razón por la que el adelanto no debe ser demasiado grande; todo lo contrario que ocurre en los ojeos, donde la perdiz viene a gran velocidad, haciendo uso de ella como su mayor defensa. Por este motivo, a la perdiz en salto, en general, con correr una medida no demasiado pronunciada la mano por delante y poniendo especial atención en llevar la punta de los cañones por la trayectoria que el pájaro va a realizar su vuelo, será suficiente para poder dar buena cuenta de ellas.
El tiro más común en la caza al salto es el que realizamos sobre aquella perdiz que irrumpe delante de nosotros y que se aleja recta ante nuestros ojos. Un error muy común que provoca numerosos fallos en este tipo de tiro consiste en dejarse los tiros bajos. Cuando la perdiz nos sorprende, es tan grande el estrés que nos provoca que queremos ante todo verla con nuestros ojos, por lo que los caños de la escopeta se convierten en un incordio y nuestro instinto nos induce a bajarlos ligeramente, de forma que podamos ver mejor a la perdiz. Esto provoca que nuestros tiros se queden ligeramente bajos. Como solución, no es malo tirar con una escopeta recta, es decir, que veamos un poco de la solista de los cañones. De esta forma, el tiro irá más alto del punto al que apuntamos, solucionando así el problema.
Algunas perdices nos salen de los pies, y simplemente se alejan sin describir ningún ángulo. Esta circunstancia nos facilitaría el disparo, ya que con la precaución de apretar fuertemente la cara, y colocando el punto de mira sobre ellas será suficiente para poder abatirlas. Los fallos más comunes que provoca este tipo de salida de la perdiz son: levantar la cara, precipitarse en los tiros, o buscar un adelanto erróneo por los lados, cuando sólo hay que apuntar sobre el cuerpo de la perdiz. Cuando una perdiz inicia su vuelo a una distancia considerable delante de nosotros como pueden ser 25 ó 30 metros entonces sí deberemos taparla ligeramente con nuestros cañones antes de apretar el gatillo.
Son infinitas las trayectorias que podríamos comentar, así como sus adelantos y las formas de llevar el swing en cada situación. Por ello, la mejor forma de poder practicar nuestros disparos en la caza será haciéndolo sobre platos lanzados con máquinas situadas en pleno monte, y que imitan la mayor parte de las trayectorias realizadas por las perdices, algo que podemos realizar en cualquier campo de tiro con canchas de recorridos de caza. Nosotros así lo hacemos en nuestra escuela de tiro, ya que de esta forma podemos repetir las veces que sean necesarias una misma trayectoria, hasta que el cazador aprenda perfectamente cómo disparar a cada trayectoria. Los resultados son espectaculares, os lo aseguro, comprobándose después en el campo.
Gonzalo Gómez Escudero