Jesús Barroso de la Iglesia
Desde hace ya tiempo vengo observando que uno de los problemas más frecuentes con los que se encuentra un cazador con perro de muestra es el cobro.Es más común de lo que quisiéramos, encontrarnos con perros que no portan, o que no traen , o que entierran las piezas o que se las tragan.
Normalmente el cazador pide soluciones para estos problemas sin más,quieren saber como corregir esta u otra actitud de su perro, pero para conseguirlo la mejor solución es mirar hacia atrás,buscar cual fue la causa,la raiz, el detonante que provocó la actual actitud del can.Yo digo que fuimos nosotros la mayorías de las veces los causantes del problema.
SOLUCIÓN DE PROBLEMAS.
Veamos ahora cuales son los problemas más típicos asociados al cobro que plantean muchos cazadores:
“mi perro coge la pieza y sale corriendo con ella” - Típica actitud del predador, del miembro de la manada que está en un rango inferior, sabe que el miembro alfa, el jefe, o sea el cazador se la va a quitar. Ahí está la causa, QUITAR, no hemos trabajado el cobro de forma adecuada, tal vez tan siquiera se ha llegado a trabajar nunca. Ya dije que el mayor premio para el perro es la pieza de caza, por tanto hay que enseñarlo a que compartiéndola también obtiene premio, gratitud por parte del “jefe”, caricias, premios verbales. La solución está en trabajar el cobro con piezas de caza a las que le atamos una cuerda, cuando el perro la coge nos agachamos y lo llamamos sin tirones bruscos de la pieza, no debemos pugnar por la pieza, podemos provocar males mayores como boca dura o incluso que se la coma. La tensión de la cuerda ha de ser mínima, solo está para ayudarnos, lo que tiene que hacer venir al perro somos nosotros con nuestra llamada.
Otra solución más “in situ” es llamar al perro mientras caminamos en dirección contraria a la suya, tal y como haríamos cuando se aleja en exceso, si el perro es joven preferirá nuestra compañía y acudirá, eso si, nunca arrebatarle la pieza, es mejor dejársela un rato, incluso que camine a nuestro lado con ella en la boca, “que se llene de caza” que dicen algunos, después se la pedimos suavemente y con caricias. Hay que apuntar siempre que en todas las correcciones la PACIENCIA es la mejor aliada y más si esas correcciones se hacen en un perro al que no se ha trabajado con unas nociones básicas de obediencia, está claro que la mejor solución está en adiestrar al perro, pero sigamos.
“ creí que no encontraba la pieza, pero resulta que las enterraba” – Otra típica actitud de predador, prepara la despensa para los momentos de excasez. El motivo es el mismo que el anterior, o mejor diría una consecuencia de una mala actuación por nuestra parte si se nos ha dado el caso anterior, el perro quiere evitar que le ARREBATE la pieza “el jefe” de su manada, posiblemente hemos corrido detrás de él y le hemos quitado la pieza bruscamente. La solución la misma que la anterior pero con un problema añadido, debemos seguir al perro para saber donde pretende enterrar la pieza para evitarlo ¿¿cómo?? JAMÁS lo regañaremos, pegaremos o iremos a arrebatarle “su pieza”, allí mismo lo llamamos y actuamos como en el anterior caso, lo que ahora el perro está parado y sorprendido porque lo hemos pillado con las manos en la masa, de modo que lo llamamos, nos agachamos, lo animamos a que venga, si lo hace caricias, premios, si no lo hace, nos alejamos de él llamándolo. Así y todo debemos trabajar el cobro con cuerda una vez acabada la jornada de caza.
“mi perro suelta la pieza mucho antes de llegar a mi” – Esto ocurre cuando hemos sido demasiado bruscos con el cachorro a la hora de entrenar el cobro, no hemos jugado, hemos sido unos tiranos y si a esto le añadimos que el perro posiblemente no sea fuerte de carácter, es decir sea más bien sumiso, pues el coctel está servido. Hemos pegado al perro por apretar una pieza, le hemos regañado por entretenerse en traer,..... eso hace que suelte la pieza antes o incluso que ni la toque, no todos los perros asocian de igual forma, pero lo que si está claro que si le pegamos el perro no asocia el palo con su actitud, lo asocia con la pieza y con nosotros, tal vez el día que los perros vayan a la universidad nos entiendan como desearíamos, de momento no nos queda otra que entenderlos nosotros a ellos.
“mi perro no cobra” – Puede darse el caso de cachorros que cobran perfectamente rodillos o pelotas pero no las piezas de caza. Aquí entra en juego el factor raza. Hay razas más predispuestas al cobro natural que otras, raro es ver algún ejemplar de razas continentales que no cobren instintivamente, esto se da más en las razas británicas ya que de todos es sabido que los ingleses cazaban con dos clases de perros, los de punta o muestra para encontrar y mostrar y los retriever o cobradores para cobrar, no se requería el cobro en los perros de muestra y por esa razón hoy día algunos ejemplares adolecen de esa falta de pasión a la hora del cobro. La solución pasa por motivar al perro, pero ¿¿cómo?? Podemos utilizar otro perro que compita por la pieza, la rivalidad suele dar buenos resultados para motivar al perro que no cobra, pero hay que tener cuidado ya que esa rivalidad es la misma que puede provocar “boca dura” en un perro, de modo que no excedernos es la clave, alternaremos los cobros con dos perros y uno solo.
Un último apunte. Cualquiera de estos problemas se solucionan de igual modo en cachorros que en perros adultos, la dificultad de su resolución será directamente proporcional a la edad del perro, a más edad más difícil pero no imposible. Siempre se ha dicho que es mejor prevenir que curar, pero como buen dicho, la mayoría de las veces se queda en eso, en dicho, no se pone en práctica y de ese modo nos complicamos mucho. En el tema que estamos tratando, prevenir es entrenar, pero entrenar incluso en aquellos cachorros en los que el cobro es algo innato y natural. Nos servirá para pulir pequeños defectillos y para evitar problemas como los expuestos, porque algo está claro, es mucho más complicado corregir malas conductas que normalmente vienen dadas por malas asociaciones, que enseñar partiendo de cero. Creo que la elección es lógica, eduquemos entonces a nuestros perros partiendo de una premisa básica: debemos entender el modo en que un perro aprende antes de intentar enseñarle algo. Si actuamos así, el éxito está asegurado.
Sensei
Artículo cortesía de la revista "Perros de Caza"
fantastico articulo querido amigo, de seguro que muchos cazadores han comprendido muchas de las conductas de sus perros y podrán darle solución.
ResponderEliminarespero seguir viendo articulos como este en adelante